Tipos de queso permitidos en el avión
Queso sólido
¡Buenas noticias para los fanáticos del queso! Si estás pensando en llevar queso sólido en tu próximo vuelo, en la mayoría de los casos no tendrás problemas. Los quesos duros (como el cheddar, el gouda, o el parmesano) son bienvenidos tanto en el equipaje de mano como en la maleta facturada, ya que, al no contener líquidos, no suelen caer en las restricciones de seguridad.
Eso sí, recuerda que cada país puede tener sus propias normas, especialmente si viajas fuera de la Unión Europea o hacia otros destinos con regulaciones específicas de aduanas. ¿Mi consejo? Llévalo bien envuelto y, si puedes, envasado al vacío para evitar que se impregne de otros olores. Además, un queso sólido bien envuelto también te ahorra un posible «queso sudado» tras el viaje.
Quesos cremosos y fundidos
Aquí empezamos a entrar en territorio delicado… Los quesos cremosos o fundidos, como el brie, camembert, queso de untar o el queso tipo fundido, se consideran productos líquidos o semilíquidos según las normas de seguridad en los aeropuertos. ¿Qué significa esto? Si los quieres llevar en tu equipaje de mano, tienen que cumplir con la regla de los 100 ml por recipiente y deben estar dentro de la bolsa transparente de líquidos.
Esto puede ser un poco incómodo si llevas varias porciones, pero es la única forma de pasar los controles sin problema. Alternativamente, si el queso cremoso no es imprescindible durante el vuelo, podrías guardarlo en la maleta facturada (siempre bien empaquetado). Así, evitas sorpresas y puedes llevar cantidades mayores sin restricciones.
Quesos frescos o blandos
Los quesos frescos o blandos, como el mozzarella, queso fresco o ricotta, también son considerados como líquidos por la seguridad del aeropuerto. Por lo tanto, si deseas llevarlos en el equipaje de mano, tendrás que cumplir con la norma de 100 ml por envase y asegurarte de guardarlos en la bolsa de líquidos.
Si tu objetivo es llevar más cantidad o mantenerlos en óptimas condiciones durante el viaje, la mejor opción será empacarlos en la maleta facturada, donde se mantendrán frescos. En algunos casos, también se recomienda declarar estos quesos si tienen ingredientes como moho (por ejemplo, queso azul o roquefort), ya que algunos países pueden imponer restricciones adicionales.
¿Qué dice la normativa sobre llevar queso en el equipaje de mano?
Límites para quesos considerados líquidos
Aquí viene el detalle importante: cuando hablamos de quesos blandos o cremosos (como el queso crema, el brie o el camembert), las normas de seguridad los clasifican como líquidos. ¿Y qué significa esto? Pues que si los llevas en el equipaje de mano, tendrán que cumplir con la famosa regla de los 100 ml.
Entonces, si quieres subir con tu queso preferido en la cabina, debe ir en envases individuales de 100 ml o menos, y todos deben caber en una bolsa transparente de líquidos (esas de un litro máximo que todos conocemos). Así que, a menos que viajes con un trocito pequeño de queso blando, ¡lo más práctico es llevarlo en la maleta facturada! De esa forma, te ahorras el lío de las medidas y puedes disfrutar de mayor cantidad.
Excepciones y recomendaciones
Hay algunas excepciones a las reglas, que pueden hacer que llevar queso en la cabina sea un poco más sencillo. Si llevas queso duro (como parmesano o cheddar), no tendrás problemas, ya que estos quesos no se consideran líquidos y puedes llevarlos en la cantidad que quieras (respetando las políticas de peso de tu maleta, claro).
Otra excepción interesante es para aquellos que viajan con alimentos especiales. Si tienes alguna necesidad médica específica que implique llevar cierto tipo de queso (o alimentos especiales), puedes llevarlo en el equipaje de mano sin importar el tamaño, aunque tendrás que declararlo en el control de seguridad y quizás presentar documentación médica. Igualmente, si llevas alimentos para bebés en forma de queso o cualquier otro, estos están permitidos en mayor cantidad, siempre y cuando sean necesarios durante el vuelo.
Mi consejo: si planeas llevar queso y tienes alguna de estas excepciones, consulta siempre con la aerolínea antes de viajar, ya que cada país y compañía pueden aplicar reglas diferentes.
Encuentra más información sobre qué comida puedes llevar en el avión.
¿Se puede llevar queso en el equipaje facturado?
¡Claro que sí! Si tienes pensado llevar más cantidad de queso o tipos de queso que no pasan en el equipaje de mano, la maleta facturada es tu mejor opción. En el equipaje facturado, las normas para alimentos son más flexibles, por lo que puedes llevar prácticamente cualquier tipo de queso: desde duros hasta cremosos, y hasta esos quesos frescos que no sobrevivirían a las reglas de líquidos en cabina.
Dicho esto, aunque no hay límite de cantidad, es recomendable empaquetar el queso adecuadamente para proteger su frescura y evitar que su aroma se mezcle con el resto de tus cosas (o peor aún, que sorprenda a los inspectores en el control de aduanas). Envuélvelo en papel de aluminio, coloca una bolsa hermética, y si es un queso que requiere refrigeración, considera meterlo en una bolsa térmica pequeña. ¡Así llegará en perfecto estado a su destino!
Restricciones y normas adicionales según el destino
Viajes dentro de la Unión Europea
Si vas a llevar queso en un vuelo dentro de la Unión Europea (UE), ¡buenas noticias! Las normativas son bastante relajadas y permiten la libre circulación de productos de origen animal entre los países miembros. Esto significa que puedes llevar queso en el equipaje de mano o facturado sin preocuparte demasiado, siempre y cuando sea para consumo personal y con un máximo de 10 kg por persona.
Eso sí, recuerda el sentido común: si viajas con una enorme cantidad de quesos (como para abrir una tienda), es posible que las autoridades en aduanas quieran saber más… Entonces, para un viaje tranquilo, mantén el queso en cantidades razonables y siempre bien empaquetado.
Viajes a países fuera de la Unión Europea
Aquí la cosa cambia un poco, ya que cada país fuera de la UE tiene sus propias reglas en cuanto a alimentos y productos lácteos. Estados Unidos, por ejemplo, es famoso por sus estrictas políticas de aduanas, especialmente con productos de origen animal. Al llegar, te pueden pedir que declares los quesos (especialmente si son blandos o contienen moho, como el queso azul o el roquefort). Además, muchos quesos sin pasteurizar están prohibidos para la entrada en EE.UU.
Otros países, como Australia y Nueva Zelanda, también tienen controles muy estrictos para evitar la entrada de plagas y enfermedades, así que los productos lácteos suelen estar restringidos. Mi consejo es consultar las normas de aduanas del país al que viajas antes de empacar tu queso. La mayoría de las embajadas y sitios web oficiales de aduanas ofrecen información detallada sobre lo que puedes (o no) llevar.
Consejos adicionales para viajar con queso fuera de la UE
Si decides llevar queso a un país fuera de la UE, facturarlo en tu equipaje es la opción más segura, ya que en la cabina las restricciones para quesos líquidos y blandos suelen ser muy estrictas. Además, asegúrate de empacarlo bien (en bolsas herméticas o al vacío) para evitar cualquier contratiempo en aduanas y conservar su frescura. ¡No hay nada peor que llegar y descubrir que tu queso favorito no ha sobrevivido al viaje!
Consejos prácticos para llevar queso en el avión
¿Listo para traer un nuevo queso a casa? Aquí tienes unos consejos prácticos para asegurar que llegue en perfectas condiciones a tu destino. ¡Con un poco de planificación, llevar queso en el avión es totalmente posible!
- Empaca según el tipo de queso: Los quesos duros pueden llevarse en el equipaje de mano o facturado, siempre que estén bien envueltos. Los quesos blandos, cremosos o frescos es mejor llevarlos en la maleta facturada.
- Usa envolturas y bolsas herméticas: Para evitar derrames y olores, envuelve los quesos duros en papel de aluminio o papel encerado. Guarda los quesos blandos en envases herméticos o envasados al vacío para conservar su frescura.
- Considera el clima y la duración del viaje: Los quesos duros soportan mejor los cambios de temperatura. Para quesos más delicados, utiliza una bolsa térmica pequeña o añade paquetes de gel refrigerante para mantenerlos frescos durante el vuelo.
- Consulta las regulaciones de tu destino: Cada país tiene sus propias normas de aduanas para productos lácteos, especialmente en vuelos internacionales. Verifica las restricciones antes de viajar para evitar contratiempos.
- Declara el queso si es necesario: En algunos destinos, ciertos quesos (como los sin pasteurizar o con moho, tipo roquefort o queso azul) deben ser declarados en aduanas. Asegúrate de declarar estos quesos para evitar problemas al llegar.
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Marc Jutglar
¡Hola! Soy Marc, el creador de Diario del Nómada. Viajar es mi forma de vida y mi mayor pasión. A través de este blog, comparto mis experiencias, consejos y guías para que tus aventuras sean más fáciles y emocionantes. Cuando no estoy explorando el mundo, me encanta perderme en la naturaleza y descubrir rincones con historia. ¡Espero que mis artículos te inspiren a seguir viajando!